Reflexiones de la vida

Con el paso del tiempo, te vas dando cuenta de muchas cosas. 

Te das cuenta de que quejarse poco o mucho no va a solucionar los problemas, al igual que quedarse sentado. 

Te das cuenta de que los días van a seguir pasando y tú vas a ir creciendo con ellos, sin importar lo que hagas o dejes de hacer. 

También te das cuenta de que las personas nunca van a estar para siempre. Y, por supuesto, te das cuenta de que igual que entran en tu vida pueden salir de un día para otro. 

Con esto, quiero decir que según van pasando los años en tu vida, vas viendo cómo las personas que darías una mano por ellas se van yendo de tu lado. 

Y de la misma manera, las personas por las cuales no habrías dado ni un céntimo, siguen contigo. 

Porque te das cuenta de que cada uno elige cómo quiere ser y cómo quiere estar con los demás, y tú no puedes cambiar eso, pero sí elegir cómo quieres ser tú y con quién quieres estar. 

A lo largo de la vida nos encontraremos con esos "amigos del alma" de los que seremos inseparables, con los que iremos a todas partes y nos contaremos todas nuestras cosas. Pero nada nos asegura que nuestra amistad nos dure hasta que nos jubilemos o no llegue a los dos días. 

Por ello, somos libres y debemos elegir con quién queremos estar.

Sin embargo, eso no ocurre con la familia, ya que no podemos elegirla, pero en mi opinión, el concepto de "familia" está sobre valorado hoy en día. 

Me explico: puede que tengamos una familia perfecta en la que todos nos apoyemos y nos preocupemos los unos con los otros, pero también podemos no tener esa familia tan perfecta, tan unida. 

En ese caso nos sentiríamos obligados a mantener las relaciones con ella, pero puede que no nos sintamos ni bien ni felices. 

Por ello, vuelvo a decir, somos libres de elegir con las personas que queremos vivir y que queremos que formen parte de nuestro día a día, porque tanto la amistad como la familia, a día de hoy, nos llenan de compromisos y de "relaciones tóxicas" en las que ninguno de los dos está a gusto pero se mantienen las apariencias. 

No estoy diciendo que tengamos que echar por así decirlo a cualquiera con quien tengamos un roce en un momento determinado, pero sí ser conscientes y tener claro quién merece la pena mantener a tu lado y dedicarle tu tiempo y quién te hace perderlo. 

¡Nos vemos pronto!