El paraíso de Sandra

Seguramente todos conocemos, hemos visto o hemos jugado a los famosos Pokémon, un mundo en el cual los animales son sustituidos por los propios pokémon que deben ser capturados y entrenados por entrenadores pokémon, con la finalidad de participar en las ligas y eventos y llegar a ser maestros, principalmente. Se han hecho dibujos animados, cartas, juegos.. y yo personalmente soy fan de ellos, sobre todo de mi querido Pikachu, desde que era una niña, a los cuatro o cinco años de edad. Por ello entiendo a la gente que les gusta y lo respeto. Ahora bien, lo que no puedo entender ni respetar es que haya personas que arriesguen su vida y la de los demás, literalmente, por un juego. Todo esto viene porque el 5 de julio salió oficialmente la aplicación "Pokémon Go", y digo oficialmente porque la gente ya lo tenía desde el minuto uno que salió a la luz, cosa que no me explico. Pokémon Go es un juego en el cual tú eres un entrenador y puedes ir capturando pokémon por la calle

Muchas personas tratan a los animales como si fueran simples objetos, como juguetes que pueden usar y abandonar cuando les apetezca. Y es que muchas de estas personas no entienden que los animales, las mascotas, deben ser tratadas con el respeto que se merecen y el cariño que les corresponde.  Para mí, haber tenido la oportunidad de tener una mascota y poder verla crecer, me ha enseñado formas de ver la vida y me ha producido emociones y sentimientos que me han hecho sentir bien.  Un día como hoy, hace tres años, mis padres nos dieron a mi hermana y a mí una gran sorpresa: llegamos a casa y nos encontramos con un Teckel cachorrito, adorable y con ganas de jugar y comerse el mundo, literalmente.  Nos encontramos con la posibilidad de tener un pedacito de la naturaleza en nuestra casa, de ver cómo se desarrolla en un mundo de humanos, de darle de comer, dar paseos con él y ver cómo disfruta corriendo por el campo.  Nos encontramos con la oportunidad de darle todo

Hace unos meses descubrí el mundo de la publicidad y las muestras, y la verdad es que nunca pensé que me podría llegar a gustar tanto el hecho de probar, recomendar y descubrir nuevos productos.  Tras participar en varios concursos y tal, me llamó la atención uno propuesto por Dulcesol, una marca muy conocida dedicada al sector de la alimentación, especialmente dirigido a la bollería, la panadería y la pastelería. Este concurso trataba de ganar un viaje para dos personas, eligiendo entre varios destinos como Londres o Roma, rellenando un formulario con tus datos. A parte del viaje, también se daba la posibilidad de participar a la vez en un sorteo diario de un pack de macarons, unos dulces que se han puesto muy de moda últimamente y que están buenísimos. Pues bien, yo participé en este concurso para poder ganar el viaje, pero desgraciadamente no hubo suerte. Sin embargo, me llegó un mensaje donde decía que había ganado el pack de macarons. Y menuda sorpresa me he llevado es

He estado varios días desconectada totalmente ya que me ha tocado estudiar día y noche por los exámenes universitarios. Pero por fin ha terminado la temporada de exámenes y he vuelto.  Estos últimos días el calor ha sido insoportable. Tanto, que ni siquiera podías salir de casa. Y claro, cuando estás todo el día en casa sin nada que hacer empiezas a pensar en algo para poder hacer.  A mí se me ocurrió hacer un bizcocho esponjoso con trozos de frutas y la verdad es que me quedó bien, aunque ni era bizcocho ni era esponjoso ni tenía trozos de fruta. Más bien era una especie de pudin con sabor a frutas. El pastel/pudin consiste en la receta típica de un bizcocho, sólo que añadiendo los trozos de fruta que queramos pero sin batirlos junto con la masa del bizcocho, porque yo lo batí demasiado y quedó como un puré.  Después, se mete al horno unos 15 minutos y ya está listo. Claro que para quien lo haga como yo, que eché albaricoques y manzana, le va a quedar más líquido de lo