Los animales no son juguetes


Nunca me podría gustar una persona que desprecie a los animales y los tratara como si fuesen basura, como si sus vidas no importaran tanto como una de las nuestras, como si puediéramos hacer lo que se nos antojara con ellos cual juguetes. 

Entiendo que hay mucha gente a la que no le gusten ciertos tipos o ciertas especies, y también sé que hay personas que tienen fobias relacionadas con ellos. Pero nada de eso es una excusa para poder maltratar, abandonar o humillar a un animal. 

Los animales son seres vivos que no tienen menos derechos que nosotros a vivir y a existir en nuestro planeta. Es más, son los únicos que no están acabando con él de manera implacable. Son los únicos que demuestran cariño por las personas que les han ofrecido un hogar, comida, diversión, compañía.. incluso por las personas que los maltratan, porque ellos no comprenden esos actos. 

Y los mismos que te demuestran cariño, son los que te defienden ante situaciones de peligro, se preocupan por ti, quieren pasar el rato jugando contigo y te agradecen todo lo que haces por ellos, aunque a su manera. 

Por eso, nunca me podría llegar a gustar una persona que no comprende los sentimientos que despiertan los animales, las mascotas; que no es capaz de sentir la felicidad que puedes llegar a experimentar cuando llegas cansado a casa y tu perro te está esperando lleno de alegría tras la puerta, ansioso de tirarse encima tuya y lamerte la cara. 

Entonces yo me pregunto, ¿qué derecho tenemos nosotros para sentirnos superiores, la inteligencia? Tratar a un animal de malas maneras demuestra la ausencia de esta y la ignorancia a cerca del mundo que nos rodea. 

Nosotros también somos animales, y algunos más que otros, y por ello debemos convivir y comprender que la naturaleza es más inteligente que todos nosotros juntos, y que pegar a un perro callejero hasta dejarle sin conocimiento no va a contribuir al desarrollo del planeta, ni de la humanidad. 

Nadie nos señaló con el dedo y nos dio el poder de controlar el mundo, pero nosotros nos impusimos a la fuerza. Por ello, está en nuestra mano hacer de este mundo un lugar mejor en el que cada animal, desde un gusano hasta una ballena, pueda vivir en paz sin miedo a ser capturado y maltratado por gente que no aprecia las cosas  buenas o bonitas de la vida. La misma gente que se queja de que está diluviando y no piensa que después va a salir el arco iris. 

Yo quiero pensar que algún día ya no se hable de maltrato animal, ni siquiera de abandono, y espero que todo el mundo pueda llegar a comprender que la violencia contra ellos no consigue nada. Todavía tengo esa esperanza, porque personalmente no soporto la idea contraria. 



¡Nos vemos pronto!

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