Muffins de piña

La piña es un alimento muy conocido por sus propiedades, sobretodo a la hora de hacer una dieta. Entre muchas otras características de esta, destacan las siguientes: posee gran cantidad de agua, ayuda a eliminar grasas y líquidos, fortalece el sistema inmunológico y aporta gran cantidad de fibra. 

En esta ocasión, y siguiendo con la tradición de los postres, he hecho muffins de piña con una receta muy fácil de seguir, y consiguiendo un resultado de los que a mí me gustan: esponjoso por dentro y caramelizado por fuera.

Para estos muffins, lógicamente lo principal es la piña. Yo he usado piña en almíbar que, tras escurrirla bien, se trocea y se añade a la masa.

La masa la formaremos de la siguiente manera: pondremos cuatro huevos, medio vaso de leche, dos buenas cucharadas de aceite y un vaso y medio más o menos de azúcar (al gusto). Tras mezclar bien, añadimos dos vasos o tazas de harina junto con dos o tres cucharaditas de levadura y una pizca de sal (opcional).

Finalmente, añadimos la piña. En mi caso, he usado cinco rodajas y las he triturado bien con la batidora y el resto de la masa, pero podéis usar más si queréis darle más sabor, e incluso añadir a la masa ya batida más trocitos de piña bien escurrida, para que la masa no se quede muy líquida.

A la hora de rellenar moldes y meterlos en el horno, podemos usar tanto los moldes individuales de usar y tirar, individuales reciclables o multimoldes, como yo los llamo. Si usáis moldes individuales que se tiran no hay ningún problema, pero para los otros, mi consejo es poner papel de horno o vegetal dentro de cada molde para poder retirar con más facilidad nuestros muffins, y recortar el papel sobrante para que no impida que se hagan bien.


Para el tiempo en el horno, yo siempre digo que dependerá de cómo queramos que quede, si muy hecho o más esponjosito, y del tipo de horno que usemos. Lo normal es que se hagan en unos 20 minutos, pero si la masa nos ha quedado muy líquida tardarán una media hora aproximadamente.

El papel de horno también va a influir ya que van a hacerse más por la parte de arriba que por la parte de abajo, pero siempre podemos recurrir a nuestro truco del papel de aluminio: colocamos nuestro papel por encima de los muffins y listo, ya pueden hacerse sin quemarse por arriba.

La masa da para unos 24 muffins más o menos pequeños, del estilo de los de las fotos, pero siempre podéis jugar con el tamaño y la forma, incluso añadir color a la masa y tener coloridos y deliciosos muffins caseros, así como decorar la parte de arriba con un frosting y convertirlos en estupendos cupcakes.

Espero que os guste y, si hacéis esta receta, me digáis qué os ha parecido y si os ha dado buenos resultados, o incluso cómo puede mejorarse.

Buen provecho y ¡nos vemos pronto!





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