Protectores de pantalla

Nunca me ha llamado mucho la atención poner al móvil un protector de pantalla y, si alguna vez se lo he puesto, ha sido los típicos de plástico que se despegan con mirarlos. 

Pero con un iPhone no me la quería jugar y le puse uno de cristal. 

Las diferencias son evidentes: 
  • Dura más al ser más fuerte
  • No se despega con tanta facilidad
  • Si se rompe, la pantalla no resulta dañada
  • Posibles líquidos, polvos o sustancias similares no llegan a la pantalla
  • Proporciona una limpieza más fácil
  • Los arañazos visibles en un protector de plástico no se ven en uno de cristal
Yo no es que sea muy torpe pero los accidentes pasan, y se me ha caído un par de veces boca abajo y no tiene ningún rasguño. A penas unos arañazos que ni se aprecian, aunque en la parte de abajo está un poco desgastada por un golpe, pero como ya he dicho, el móvil está intacto (también influye la carcasa protectora).                                                        

Lo último que ha tenido que sufrir mi pobre teléfono es caerse en la ducha, boca abajo por su puesto y con el suelo mojado, pero está vivo. 

También tengo que decir que el iPhone 5c no tenía muy buenas críticas, aunque de momento a mí me funciona estupendamente y estoy muy contenta con su resistencia.  

En resumen, mi iPhone 5c debe ser primo de los Nokia antiguos, y de verdad recomiendo usar los protectores de pantallas de cristal que, aunque puedan parecer caros y resulten un poco difíciles de colocar, os aseguro que merece la pena. 

¡Nos vemos pronto!

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