Todo se hace mal con el Covid-19

Tras meses de confinamientos, nuevas leyes, normas, restricciones, etc.; sufriendo las secuelas del Covid-19 y las consecuencias de su mala gestión, lo único que saco en claro es que no hay nada claro. Partimos de que es una enfermedad nueva cuyo funcionamiento desconocemos y que no se podía prever algo así. Pero yo me pregunto, ¿hace falta conocerlo para tener un mínimo de sentido común y tomar las precauciones necesarias?

Tantas organizaciones, tantos partidos, tantos políticos, tantos ministerios, tantos ministros, tantos consejeros, tantos cuerpos de seguridad, tanta sanidad, tantos impuestos, tanta tecnología y tanto desarrollo ¿para qué? Para comprar tests o mascarillas defectuosas, para que los trabajadores del pequeño comercio o sin una buena posición laboral sean los más perjudicados, mientras los "políticos" sean los más beneficiados cobrando su sueldo por hacer lo mismo de siempre, dar discursos llenos de paja donde sólo saben pedir paciencia y responsabilidad individual. Lo que se ha ido viendo con el paso de los días no es más que políticos, que se supone que tienen que ser la voz de los ciudadanos y velar por su seguridad y bienestar, echándose cosas en cara y sin poder ponerse de acuerdo, porque importan más los votos que la vida de quien vota. 

Todos los días las noticias eran las mismas, los temas eran los mismos, y no se decía nada en concreto. Un día no es obligatorio el uso de mascarillas y otro sí porque ya sí que hay suministros suficientes. No sé a vosotros, pero a mí no me gusta que me tomen por tonta. No me gusta que jueguen con mi salud diciendo que no es obligatoria y que luego digan que no lo era porque no había suficientes. Porque no soy tonta. Porque me doy cuenta perfectamente de que aquí sólo importa el dinero y la imagen, aunque no de todo el mundo.  

Entonces mi pregunta es: ¿qué han hecho estos seis meses a parte de irse de vacaciones y dar charlas motivacionales pidiendo "unidad"? Al principio se podía entender que era una situación nueva para todos, que no estábamos preparados y nadie podía prever algo así. Pero después de todos estos meses ya no se puede tolerar. 

Lo que veo es que estamos como al principio; no sabemos nada pero nos dan la imagen de que todo está controlado. ¿De verdad está todo controlado cuando los contagios aumentan? ¿Cuando se anuncian medidas que no tienen pies ni cabeza? O sea, que alguien me explique el sentido de confinar un barrio si tengo que ir a trabajar en metro, o si los colegios siguen abiertos. O si mi calle está confinada pero puedo irme a la de al lado a tomarme un café.

En Castilla-La Mancha la situación es la siguiente. En los institutos las clases siguen igual, con el mismo número de alumnos y sin separación alguna, además de no haber ningún control ni medida en los autobuses que los llevan al instituto. Lo único que han hecho bien es repartir una mascarilla y tomar la temperatura, ¿pero qué pasa si alguien tiene fiebre? Pues o van sus padres a recogerle o le meten en una sala hasta que le baja la temperatura y vuelve a clase y a casa en el mismo autobús que los demás. Esas son las medidas que se están tomando aquí. 

¿Queremos más? Pues hablemos de los datos. Los contagios están aumentando y cada vez salen más casos positivos pero oficialmente no se dice; son datos falsos, como también lo es el hecho de que se hacen test si has estado en contacto con algún positivo o si tienes síntomas. Si están en alguno de estos casos tienes suerte de que te hagan la prueba a la semana de notificarlo, porque lo que te dicen es que te confines y ya está, y si se diera el caso de que das positivo pues te confinas los quince días (que ahora resulta que les viene mejor que sean diez) y luego puedes salir aunque no te repitan la prueba. 

Y hablando de salir, la gente sigue saliendo aun sabiendo que ha estado en contacto con un positivo, o aunque se haya hecho la prueba o algún familiar o amigo y esté esperando los resultados. Pero volvemos a lo mismo, a que en la televisión vemos que le quitan importancia porque ahora muere menos gente, aunque estamos peor (en el sentido administrativo, es obvio que no existe el caos de estos meses atrás). Aunque no es excusa para la gente inconsciente que sigue saliendo a la calle o a algún espacio público cerrado sin mascarilla. Yo he ido a comprar y la dependienta no le ha dicho nada a un hombre por no llevar mascarilla mientras estaba en la misma cola que yo. Y también he ido a Madrid y he visto como la gente va por la calle sin mascarilla, o aprovecha que está en un bar para pasearse por todo el recinto sin ella, y ya no hablemos de los fumadores.

Yo no he sufrido esta situación como trabajadora, pero lo he hecho como estudiante de universidad, a los que se nos ha hecho pasar uno de los peores años académicos de nuestra vida. Ya hablé de cómo hemos vivido esta situación en mi anterior entrada, pero es que podría escribir algo todos los días. Y es que es increíble como puedes ir a un bar rodeada de gente sin usar mascarilla pero no puedes pisar una biblioteca para prepararte los exámenes, porque no todo el mundo tiene un sitio de estudio en su casa y muchos dependen de las prestaciones de las universidades. Pero claro, como ya he dicho aquí manda el dinero. Una biblioteca no te aporta dinero, total, tú ya has pagado tu matrícula y si suspendes vas a pagar el doble; pero un bar es una gran parte de la economía del país, junto con el turismo, y eso explica por qué ha sido de lo primero en reanudarse, al igual que el fútbol.

Ahora con el inicio del nuevo curso se sabe que las clases serán en remoto en su mayoría y que sólo irás para la parte práctica (cuatro semanas en todo el cuatrimestre, por lo menos en mi carrera, teniendo que comprarte sí o sí un ordenador para seguir las clases y pagando la matrícula íntegra por estar en tu casa). Esos días de clase tendremos que respetar distancias, usar mascarilla y lavarnos las manos como venimos haciendo hasta ahora, pero luego tendremos que usar el transporte público. Y esos días también podremos salir, ir de compras, tomar algo en una terraza (donde ahora puedes fumar, ahora no, ahora sí porque nos conviene) o ir al cine (donde puedes comer libremente sin mascarilla), pero no podremos reunirnos en las salas comunes o la biblioteca. Pero tampoco penséis que la Universidad Rey Juan Carlos se ha dignado a darnos horarios y demás estando a menos de una semana para hacer la matrícula, será que no han tenido tiempo, pero bien que te cobran la matrícula en dos días. 

No me gusta ser tan rotunda ni hablar así, pero nos han tomado el pelo como han querido y nos han dicho también lo que han querido a través de los medios de comunicación. Nos han dicho que no nos preocupemos cuando los hospitales estaban al borde del colapso, que nos lavemos las manos cuando se permitían las fiestas o la gente hacía lo que quería. Estamos siendo un país de postureo donde se juegan partidos y se emiten programas manteniendo las distancias para dar buena imagen. Donde la gente va con guantes y la mascarilla en el brazo y lo tira donde pilla. Donde el dinero desaparece mientras los trabajadores se quedan en la calle y luchan por llegar a fin de mes. Donde hacen obligatorias las mascarillas en la playa pero puedes bañarte en una piscina, o con 40ºC por la calle aunque vayas sólo pero te permiten no llevarla en los bares. 

Y sí, todos nos hemos visto desbordados con esta situación, con la rápida propagación del virus, con lo grave que es y con la falta de medios a corto plazo, ¿pero no se supone que tenemos que estar preparados para situaciones como esta? Porque está muy bien aplaudir la labor de los sanitarios y reconocer el esfuerzo que han hecho, pero lo que no está bien es que una persona no sea atendida en un centro de salud porque no le corresponde. ¿Dónde está la sanidad pública? ¿Dónde está la seguridad social? Ha tenido que venir una pandemia para darme cuenta de que la sanidad es pública hasta cierto punto, de que debería poder atenderme un centro de Madrid igual que uno de Albacete. Y es tanto culpa de los gobiernos como de los propios sanitarios, porque tampoco es normal el pasotismo que está habiendo por parte de algunos de ellos. Claro que si a mí me dijeran que voy a trabajar como voluntaria exponiéndome a un virus y que me van a dar aplausos a cambio.. 

Si se puede decir que algo ha quedado claro entre los tantos sin sentidos de esta situación, es que la sanidad en España no es tan genial como dicen, que el dinero de viajes, cenas, fiestas, decoraciones innecesarias (sí, las banderitas y demás son innecesarias cuando no hay dinero para destinar a cosas más importantes) o cualquier cosa innecesaria que se haga por política, debe destinarse a lo que debe destinarse, a la sanidad y a la educación, que para eso pagamos los impuestos los españoles, para vivir mejor y no que se viva a costa de nuestro trabajo. Porque yo por lo menos no soy tonta, porque me doy cuenta de cuando algo se hace bien y cuando sólo quieren salvarse el culo diciendo lo que queremos oír. Si no, ¿para qué sirven nuestros impuestos ahora? ¿para que no te atiendan en tu centro de salud o digan que no hay dinero? No hay dinero y pretenden congelar salarios y pensiones o vete tú a saber qué quieren hacer, pero sus sueldos que no se los toquen, porque les es muy difícil vivir con menos de 5.000€ al mes a costa de no hacer nada, a costa de que familias enteras tengan que vivir con 200€ al mes. Y podría hablar también de la ocupación y que les suda tres pares de narices que haya gente sin casa porque se la ocupan, pero creo que todos sabemos lo que hay y estamos igual de indignados con eso. 

A lo que voy, no cuesta tanto decir la verdad aunque no sea lo que queremos escuchar, y no cuesta tanto decir las cosas como son, decir que no se tiene ni idea de lo que hay que hacer en lugar de que salgan en la televisión multitud de expertos diciendo lo que es mejor hacer según su juicio. Y con decir la verdad, también me refiero a dar los datos sin ocultar lo que interesa. Si has hecho algo mal lo dices y punto. Si están muriendo miles de personas se dice, si se está propagando por todas partes se dice, si se tiene que controlar a la población en todas partes se hace. Porque al principio sólo salía Madrid en la televisión, y ahora están saliendo pueblos y otros puntos con rebrotes. Ocultando y maquillando las cosas sólo se consigue que la gente crea que esto es una gripe de dos meses y que todo está controlado. 

Soy consciente de que es difícil manejar una situación así, pero lo que espero de alguien a quien le ha elegido la mayoría de un país para gobernarles y hacer su vida más fácil (porque se supone que está capacitado para ello) es que lo haga; y lo mismo para los cientos de cargos que hay también detrás. Me siento defraudada con la gestión que se ha hecho en este país, con todos los políticos que hay que no han sabido cómo gestionarlo o con toda la gente que no ha tenido sentido común. Para mí alguien que lidera un país debe ser polivalente, debe saber qué hacer en cada situación, y si no lo sabe, para eso tiene tantos consejeros, porque entonces no se para qué estamos pagando por tener tantas figuras políticas si a la hora de la verdad sólo van a llenarse su bolsillo y no saben gestionar nada más que el dinero y para su propio beneficio. 

Por tanto, si quiero quejarme de algo y creo que tengo motivos para hacerlo no me digas que no lo haga, o que no es el momento, porque después de tantos meses es justamente cuando debe hacerse, cuando tenemos que hacer ver que no estamos conformes con lo que está pasando.

Si quiero decir que el presidente del gobierno de este país y todo el arsenal político que lleva detrás no están gestionando nada bien en estos momentos, lo digo, porque como ciudadana es lo que veo cada día. Y no vengas a decirme que otros en su lugar lo habrían hecho igual, porque no están otros, están los que están, y aun así los demás tampoco están haciendo mucho.

Ya que los de arriba no se aclaran, siguen enfrentándose entre ellos y haciendo política de patio de recreo con medidas absurdas, vamos a tener un poco de criterio y sentido común y vamos a hacer lo que se tiene que hacer. Porque se ve que ellos no van a controlar nada; eso sí, cuando los casos sean mínimos y la situación esté realmente controlada porque ya no quede gente que contagiar, que nadie dude que se darán la palmadita en la espalda y saldrán en la televisión dando esos discursos vacíos y felicitándose por lo bien que lo han hecho.

Parece que la frase de nuestro querido Rajoy es lo único que tiene sentido en esta situación, porque "cuanto peor mejor para todos y cuanto peor para todos mejor, mejor para mí el suyo beneficio político"

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